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1 COR 13, 1-8 El encuentro de Saulo con Jesús cambió su vida (y la de muchos)



“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. 

Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada.

Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de  nada me sirve.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. 

El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 
El amor no pasará jamás.

SE NON AMI

CANCIÓN, DEL CANTANTE ITALIANO NEK, INSPIRADA EN LA CARTA DE SAN PABLO A LOS CORINTIOS: "1Cor13"

SI NO AMAS    (Nek)
Puedes decidir por donde caminar
Puedes escalar montañas y tus limites pasar
Y si quieres alguien siempre puedes ser
Pero si no amas,  si no amas
no tendrás un motivo para vivir
Si no amas,  no te amas, nada serás
Si no amas, un sentido nunca vas a encontrar
Puede que hagas un gran imperio a tu alrededor,
construir un rascacielos y sentirte alguien mejor
Puedes desearlo todo y comprar
Pero si no amas, si no amas
no tendrás un motivo para vivir
Si no amas, no te amas, nada serás
Si no amas, si no amas, 
los detalles más pequeños no entenderás
Las certezas que no encuentres debes buscar
El amor entiende, no es impaciente, sabe esperar.
Si hablas escucha, todo soporta, cree en ti sin más
Y pide libertad algunas veces
Y cuando vuelva a ti te dará más.
Si no amas, si no amas
todo reto no tiene ningún valor
Si no amas, no te amas,nada serás.
Sin amor no somos nada nunca más

CANTO AL AMOR. (1 Cr.13)

LOS SIETE SACRAMENTOS. AUTOR: ROGER VAN DER WEYDEN

Roger van der weyden quiere escenificar pictóricamente los siete sacramentos y pinta dichas escenas dentro de una gran catedral; esta gran catedral representa la Iglesia con mayúscula (comunidad de cristianos )
El pintor dedica el panel central al sacramento de la Eucaristía, resaltando así su importancia, pues la Eucaristía es el centro de la vida de la Iglesia. Coloca en primer plano  el sacrificio de Jesús en la cruz  y al fondo un sacerdote eleva la sagrada Hostia en el momento de la consagración.                                                                                      Los otros seis sacramentos están repartidos en los paneles laterales, presididos cada uno de ellos por un ángel. 
                                      
                                                                                                                                                       
Las figuras que están colocadas a los pies de la Cruz son el apóstol san Juan sosteniendo a la Virgen María desfallecida en sus brazos, a la derecha de esta se encuentran dos afligidas Marías: María Magdalena y María Salomé y a la izquierda intentando consolar a la Virgen aparece María la de Cleofás.                                

PANELES LATERALES DE LOS SIETE SACRAMENTOS DEL PINTOR ROGER VAN DER WEYDEN

   
En el panel de la izquierda observamos:

a un neófito recibiendo las aguas bautismales

(Bautismo)

A un obispo trazando la cruz con el óleo crismal
a unos jóvenes (Confirmación) 



A un sacerdote confesando a un                                             
anciano mientras una mujer espera su turno
 (Reconciliación)


Se han interpretado los colores de los ángeles, salvo el verde de la eucaristía: el blanco de la inocencia sobre el bautismo; el amarillo que simboliza el fuego del Espíritu Santo sobre la confirmación; el rojo de la contrición por encima de la confesión; el marrón violáceo por encima de la ordenación sacerdotal;  el azul de la fidelidad sobrevuela el matrimonio el                                                                    negro del luto por encima de la extremaunción.

                                                                             

En la tabla de la derecha, vemos un obispo ordenando a un joven (Orden sacerdotal).Un sacerdote presidiendo un matrimonio y dos clérigos ungen con el santo óleo a un moribundo que se halla en el lecho de muerte (Unción de enfermos)



EL BAUTISMO (Sacramento de iniciación): RENACER A UNA NUEVA VIDA



El bautismo es entendido como el sacramento que abre las puertas de la vida cristiana al bautizado, incorporándolo a la comunidad católica (universal) 
El bautismo perdona el pecado original y todos los pecados personales
Confiere también las virtudes teologales y los dones del Espíritu Santo.
Una vez bautizado, el cristiano es  miembro de la Iglesia y también pertenece para siempre a Cristo 
Además el bautizado comparte con Cristo la misión de  Profeta, Sacerdote y Rey.

Símbolos que se utilizan en el bautismo:                                                                                                                                       
- Agua: Representa morir al pecado y nacer a una "nueva vida" a la vida de la Gracia
- Aceite: Representa la fortaleza del Espíritu Santo. (Antiguamente, los luchadores usaban el aceite antes de las luchas para fortalecer sus músculos y así poder vencer). En el bautismo el aceite (óleo) significa, la fortaleza que el bautizado recibe de Dios para llevar a cabo la misión que tiene como cristiano
- Túnica blanca: Representa la vida de Gracia adquirida por el bautismo.  Nacemos a una nueva vida. La vida de Dios.
- Vela: Tiene dos significados: el Espíritu Santo y el don de la fe en Jesús.

El papa Francisco decía en una de sus catequesis: "El bautismo nos hace miembros del cuerpo de Cristo, miembros del pueblo de Dios"





LA EUCARISTÍA.(Sacramento de iniciación) JESÚS ES ALIMENTO

COMUNIÓN=COMÚN-UNIÓN
Comulgar es aceptar, comulgar a Jesús es aceptarle, aceptar su mensaje, aceptar los valores del Reino de Dios y hacerlos vida en nuestra vida. Por eso celebrar la Eucaristía es "fundirse"  con Jesús y hacerse uno en Jesús y con los demás cristianos

"todos los sacramentos están ordenados para la Eucaristía  (Sto.Tomás)
La Eucaristía es la renovación del misterio pascual. Cada vez que se celebra la Eucaristía se actualiza la salvación de la Humanidad. La Eucaristía es la conmemoración de la última cena en la que Jesús instituyó este sacramento.          Llegada la hora de irse al Padre, Jesús quiere quedarse con los hombres, y se queda  en el Pan y el vino compartidos.         Se queda en el pan (el pan es símbolo del alimento necesario para vivir) Se queda en el vino (símbolo de amistad y de fiesta).  El pan se parte y se reparte para dar vida. El vino se comparte para celebrar.                                                              
No hay mejores signos (el pan y el vino) que puedan expresar la entrega de Jesús, la entrega de su propia vida, consiguiendo así para los hombres la filiación divina, la vida de la gracia y la vida eterna.

Cada vez que el sacerdote, durante la misa, repite las palabras que Jesús dijo en la última cena: “Tomad y comed este es mi cuerpo. Tomad y bebed esta es mi sangre. Haced esto en memoria mía”  se renueva, se recrea el misterio de la cruz, el misterio de la muerte y resurrección de Jesús                                         
La Eucaristía es el sacramento por excelencia, que da a los cristianos la oportunidad de unirse realmente a Jesús, y en Jesús, a los demás cristianos.
Para recibir la Sagrada Hostia, el cristiano debe estar en “estado de gracia”, es decir en amistad con Dios    
                                                       
 La consagración consiste en la recreación, durante la misa, del momento en el cual Jesús durante  la Última Cena, tomó pan y vino y se lo dio a los apóstoles, diciéndoles “Esto es mi cuerpo” en relación al pan y “Esto es mi sangre” en relación al vino, "Haced esto en memoria mía" Es en este momento de la misa cuando sucede lo que llamamos  transubstanciación, o sea, la substancia material que constituye el pan se convierte en el cuerpo de Cristo y la que constituye el vino se convierte en su sangre.


VATICANO, 5 Febrero El Papa Francisco                           explicó la importancia vital de la Eucaristía 
Hoy les hablaré de la Eucaristía. La Eucaristía se coloca en el corazón de la “iniciación cristiana”, junto al Bautismo y a la Confirmación, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este Sacramento del amor, de hecho, nace todo auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.
Lo que vemos cuando nos reunimos para celebrar la Eucaristía, la Misa, nos hace ya intuir qué cosa estamos por vivir. En el centro del espacio destinado a la celebración se encuentra el altar, que es una mesa cubierta por un mantel y esto nos hace pensar en un banquete.
Sobre la mesa hay una cruz, que indica que sobre aquel altar se ofrece el sacrificio de Cristo: es Él el alimento espiritual que allí se recibe, bajo el signo del pan y del vino. Junto a la mesa está el ambón, es decir, el lugar desde el cual se proclama la Palabra de Dios: y esto indica que allí nos reunimos para escuchar al Señor que habla mediante las Sagradas Escrituras y, por lo tanto, el alimento que se recibe es también su Palabra.
Palabra y Pan en la Misa se hacen una misma cosa, como en la última Cena, cuando todas las palabras de Jesús, todos los signos que había hecho, se condensaron en el gesto de partir el pan y ofrecer el cáliz, anticipación del sacrificio de la cruz, y en aquellas palabras: “Tomen, coman, este es mi cuerpo…tomen, beban, esta es mi sangre”.
El gesto de Jesús cumplido en la Última Cena es el extremo agradecimiento al Padre por su amor, por su misericordia. “Agradecimiento” en griego se dice “eucaristía”. Y por esto el sacramento se llama Eucaristía: es el supremo agradecimiento al Padre que nos ha amado tanto hasta darnos a su Hijo por amor. He aquí por qué el término Eucaristía resume todo aquel gesto, que es gesto de Dios y del hombre juntos, gesto de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Por lo tanto, la celebración eucarística es mucho más de un simple banquete: es propiamente el memorial de la Pascua de Jesús, el misterio central de la salvación. “Memorial” no significa sólo un recuerdo, un simple recuerdo, sino que quiere decir que cada vez que celebramos este Sacramento participamos en el misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La Eucaristía constituye el vértice de la acción de salvación de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan partido para nosotros, vierte, en efecto, sobre nosotros toda su misericordia y su amor, tanto que renueva nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos con Él y con los hermanos.
Es por esto que normalmente, cuando nos acercamos a este Sacramento, se dice que se “recibe la Comunión”, que se “hace la Comunión”: esto significa que en la potencia del Espíritu Santo, la participación en la mesa eucarística nos conforma en modo único y profundo a Cristo, haciéndonos pregustar ahora ya la plena comunión con el Padre que caracterizará el banquete celeste, donde, con todos los Santos, tendremos la gloria de contemplar a Dios cara a cara.
Queridos amigos, ¡no agradeceremos nunca suficientemente al Señor por el don que nos ha hecho con la Eucaristía! Es un don muy grande. Y por esto es tan importante ir a misa el domingo, ir a misa no sólo para rezar, sino para recibir la comunión, este Pan que es el Cuerpo de Jesucristo y que nos salva, nos perdona, nos une al Padre. ¡Es hermoso hacer esto! Y todos los domingos vamos a misa porque es el día de la resurrección del Señor, por eso el domingo es tan importante para nosotros.
con la Eucaristía sentimos esta pertenencia a la Iglesia, al Pueblo de Dios, al Cuerpo de Dios, a Jesucristo. Y no terminaremos nunca de captar todo el valor y la riqueza. Pidámosle, entonces, que este Sacramento pueda continuar a mantener viva en la Iglesia su presencia y a plasmar nuestras comunidades en la caridad y en la comunión, según el corazón del Padre.
Y esto se hace durante toda la vida. Y se empieza a hacer el día de la primera comuniónEs importante, que los niños se preparen bien a la primera comunión y que ningún niño deje de hacerla porque es el primer paso de esta pertenencia a Jesucristo, fuerte, fuerte después del Bautismo y de la Confirmación. Gracias





CONFIRMACIÓN (Sacramento de iniciación) SIGNO DE MADUREZ EN LA FE



Este sacramento es la confirmación del Bautismo. El bautizado reafirma su fe en Cristo, siendo ungido durante la ceremonia  La unción es hecha por el Obispo o sacerdote  autorizado, con aceite bendecido el jueves de la Semana Santa.
Es un sacramento instituido para dar oportunidad al cristiano 
de confirmar el deseo de seguir siendo miembro de la familia cristiana dentro de la Iglesia Católica y de reafirmar los  compromisos del bautismo después de alcanzar la “edad de la razón” renovando las promesas bautismales.                                                                                       
La confirmación realiza una efusión del Espíritu Santo en quien la recibe, a semejanza  de lo acontecido a los apóstoles el día de Pentecostés, recibiendo sus dones como sabiduría, consejo, entendimiento, fortaleza, ciencia, piedad y temor (respeto) de Dios. Así el cristiano maduro en la fe recibe el poder para ser testigo de Cristo.
Como el bautismo, la confirmación también imprime carácter, por tanto cada cristiano lo recibe una sola vez en su vida.

ORDEN SACERDOTAL (Sacramento de servicio)



Mediante el sacramento del orden, aquellos cristianos varones que se   sienten llamados por Cristo, se consagran obispos, presbíteros o diáconos  al servicio de Cristo y su Iglesia.
El sacramento del orden imprime carácter, es decir esta consagración  acompañará toda su vida a la persona que la ha recibido,
 Desde los inicios de la Iglesia, este sacramento es conferido en tres grados:                                                                                                    - Episcopado: referido a los obispos que poseen el orden en toda su plenitud y reciben el ministerio de los apóstoles, por lo que presiden una comunidad. Los obispos son ordenados en ceremonia presidida por tres obispos que trasmiten la sucesión de los apóstoles y han de ser célibes.                                                                                                                              –Presbiterado: referido a los sacerdotes, estos se encuentran unidos a sus obispos en el sacerdocio ministerial de Cristo: reciben la ordenación por manos del obispo. En la Iglesia católica se requiere que sea célibe.
 –Diáconos: Son ministros ordenados para auxiliar a los presbíteros y a los obispos en el servicio a la Iglesia, aunque no reciben el sacerdocio ministerial; los diáconos pueden ser casados.                     




MATRIMONIO. (Sacramento de servicio) EL AMOR EN EL MATRIMONIO ES REFLEJO DEL AMOR DE DIOS.


Es el sacramento que santifica la unión indisoluble  entre un hombre y una mujer cristianos, y les concede la gracia para cumplir sus deberes de esposos y padres.
Es uno de los sacramentos que imprimen carácter, aunque de forma distinta del bautismo, de la confirmación y del orden. Estos tres últimos dejan en la persona que lo recibe una marca indeleble que lo acompaña por toda la eternidad.                                                                                             
El matrimonio imprime carácter sobre la pareja, sobre el conjunto de los dos cónyuges y es, por eso,  indisoluble. El carácter impreso por el matrimonio se disuelve con la muerte de uno de los cónyuges.
Es un sacramento que solo existe habiendo dos participantes.
El sacramento del matrimonio: no es administrado por el sacerdote, sino por la propia pareja de contrayentes.
El sacerdote preside el acto y bendice en nombre de Cristo y de la Iglesia a los nuevos esposos. 

RECONCILIACIÓN O DEL PERDÓN (Sacramento de sanación) EL PERDÓN OTORGA UNA NUEVA OPORTUNIDAD

EL PERDÓN NOS LIBERA


Mediante el sacramento de la reconciliación el cristiano restaura la amistad con Dios, con los demás y consigue paz interior.
Para hacer una buena confesión se requiere:
-Examinar nuestra conciencia para reconocer nuestras culpas.
-Estar arrepentidos profundamente de nuestros pecados.
-Estar decididos a evitar, por todos los medios, hacer de nuevo lo que sabemos que ofende a Dios.
-Confesar al sacerdote nuestros pecados para recibir a través de él, el perdón de Dios.
-Cumplir la penitencia que el sacerdote nos imponga. 
El sacramento de la reconciliación da al cristiano  la oportunidad de celebrar el perdón y la Gracia que recibe de  Dios.
La Iglesia Católica considera el sacramento de la penitencia un acto purificador, que debe ser practicado con cierta regularidad.                                                                                                  
El sacerdote tiene rigurosa y totalmente prohibido revelar lo que oye de los files en el confesionario. El incumplimiento de este deber es considerado uno de los graves pecados que un sacerdote puede cometer. 

UNCIÓN DE LOS ENFERMOS. (Sacramento de sanación)


La Iglesia participando del poder sanador de Jesucristo celebra este sacramento a través de la imposición de manos y la unción con el aceite, tal como lo realizaban los apóstoles.
  • Los efectos de este sacramento son:                                     Fortalecer en la enfermedad o Restablecer la salud.                                         Unir el sufrimiento o debilidad del enfermo a la pasión de Cristo.                                                                                                      -Conceder el perdón de los pecados (si el enfermo no puede confesar)                                                                                       
  • Preparar para el paso a la vida eterna.

 
Detalle de "Los siete sacramentos" de Roger  van der Weyde